La migración ilegal de hondureños hacia los Estados Unidos fue uno de los temas más cuestionados en la administración anterior de Juan Orlando Hernández sobre todo porque el éxodo se llevaba a cabo en caravanas que eran impulsadas por miembros de la entonces oposición política.
Hoy bajo la administración de Xiomara Castro el fenómeno recrudece, si bien es cierto no se observan caravanas pero los registros migratorios oficiales y no oficiales arrojan cifras escalofriantes de hondureños que siguen saliendo en familia, miles de jovenes y menores no acompañados.
Esta situación se debe según analistas del foro nacional, defensores de los Derechos Humanos y Organizaciones Internacionales, a la falta de políticas de estado orientadas a la generación de empleo, políticas de estado orientadas a garantizar calidad educativa y sobre todo garantizar seguridad ciudadana que ya miles de hondureños no tengan que migrar porque son objeto de amenazas a muerte por grupos criminales que se han apoderado de sus barrios y comunidades.
No hay duda que es un fracaso de la gestión de la Presidenta Xiomara Castro el tema migratorio, es por ello que a diario se anuncian la llegada de funcionarios Norteamericanos presionando para crear las condiciones necesarias para que los hondureños ya no se vean obligados a migrar ilegalmente.
