En Honduras son muy pocas las cosas que se controlan, sobre todo ocurre con las que están a la mano de clase política que gobierna el país todo lo demás hacen lo que quieren con el consumidor que al final es el pueblo hondureño de escasos recursos económicos, cuando se realiza un recorrido por las cadenas de farmacias que ahora se cuentan por miles en las grandes ciudades nos damos cuenta que un dia tienen un precio por un producto al siguiente día le aumentan descaradamente, impunemente sin que autoridad alguna haga algo por evitar dicho abuso.
Este tipo de comportamientos genera un hartazgo entre los consumidores que obviamente son personas enfermas que se ven obligadas a comprar en cadenas privadas porque en los hospitales públicos no hay medicamentos por responsabilidad del mal gobierno de Xiomara Castro que ha sido incapaz de ofrecer un servicio de salud digno a la población.








