Ante el fracaso en materia de seguridad en el gobierno de Xiomara Castro, el flagelo de la extorsión es uno de los crimenes que ha sido casi nulo el poder evitar que siga golpeando a diferentes sectores en particular al rubro del transporte.
La dirigencia del Transporte anuncio que de seguir esta ola de crimenes y extorsión se verán obligados a tener que entregar las unidades a los grupos delincuenciales que han venido asesinando conductores y cobrando el impuesto de guerra, esta medida se adoptara ante la impotencia de seguir sosteniendo ante este panorama el servicio para el pueblo hondureño.
La Presidenta Castro anuncio que se tomarian medidas para eliminar la extorsión, pero la desastroza gestión del Ministro de Seguridad se lleva de encuentro el sufrimiento del pueblo que esta a la deriva sin que nadie lo proteja.