Mucho se hablado en los últimos meses de la necesidad de poner en practica los distintos sistemas electrónicos para generar transparencia y seguridad a las próximas elecciones generales del 28 de noviembre.
Sin embargo,no todo esta dicho sobre el tema,ya que la polarización del actual proceso electoral que ya esta a las puertas de los electores,ha generado una serie de dudas y controversias en la clase política hondureña.
Sumado a la opinión de los sectores sociales que buscan incidencia política y que cada día se vinculan y opinan sobre el sistema electoral que a juicio de este núcleo poblacional, los políticos tradicionales son los responsables que la corrupción se haya acentuado en todos los niveles de la estructura del Estado, dándole espacio a grupos criminales del narcotráfico que mueven sus tentáculos en clase política corrupta y sin escrúpulos.
Este año de elecciones,de nuevo se aparece el fantasma del fraude electoral,siempre promovido por los inconformes de todo,los que dudan hasta de su sombra,a un y cuan ya tienen representantes en los organismos lectorales.
Esta vez,esos mismo solicitaron que se instalara el sistema de Transmisión de Resultados Preliminares Electorales,un dispositivo de lectura de las huellas dactilares,al tiempo estuvieron de acuerdo que el CNE aprobara las actas electrónicas.
Con este panorama electoral,que a todas luces prevé que en la practica con la inclusión de estos dispositivos los hondureños a cundirán a las urnas confiados que su voto no sera trastocado en las mesas receptoras en la terminal instalada por el CNE.
Esto ha dado pie para que el máximo organismo electoral,solicite una ampliación de mas de 800 millones de lempiras, para hacerle frente a lo costoso que resulta la adquisición de esos «juguetes» electrónicos que exige la clase política, a fin de transparentar estas elecciones generales.
Sin embargo, semanas han transcurrido desde que el CNE solicito al congreso nacional,la aprobación de un presupuesto adicional,para cumplir con el calendario electoral.
Pero ahora resulta,que desde ese mismo Poder del Estado,hay advertencias que no se aprobaría ese presupuesto,ya que no hay las condiciones económicas la situación que vive el país en sus escuálidas finanzas.
De no aprobarse ese presupuesto,cual seria la solución del CNE a las exigencia de los políticos temerosos que les hagan un fraude electoral y que demandan de un proceso lectoral confiable para ellos y sus intereses y no los que busca la población.
Lo que implica es que volvemos a caer en las practicas de los politiqueros, que no les importaría llevarnos de nuevo a una crisis política similar a la del año 2017.
Solo toca esperar entonces,la decisión de las fuerzas políticas que controlan el Congreso Nacional,si aprueban o no el millonario presupuesto que demanda el CNE, cuyas autoridades serán las responsables de garantizar un proceso electoral limpio, transparente y confiable,con la instalación de alta tecnología..
De esta manera, el elector va ir confiado a las urnas a depositar su voto para escoger a los candidatos de su preferencia,de resultar lo contrario solo sera una quimera de el CNE para obtener los fondos que ha solicitado a costillas del pueblo hondureño.