-Mdidas de bioseguridad quedarían a criterio personal, dice Roxana Araujo
Tegucigalpa.- La ex ministra de Salud, Roxana Araujo, admitió que el 80% de la población hondureña se quitó la mascarilla contra el COVID-19 desde hace un año y eso no se puede negar.
Muchos sectores han propuesto que el Congreso Nacional derogue el uso obligatorio de la mascarrilla en espacios abiertos y cerrados, ante la baja incidencia de la enfermedad en el país.
La experta dijo que el no uso de la mascarilla se puede observar más que todo en aquellos municipios turísticos, cercanos al Distrito Central (DC).
Consideró que el mayor número de contagios del COVID-19 se daba en las ciudades con alta comcentración poblacional como es Tegucigalpa y San Pedro Sula, pero ahora incluso ahí también la enfermedad ha descendido.
De manera, que observando que hubo medidas de bioseguridad como el uso de la mascarilla, lavado de manos y distanciamiento, bastante exitosas, esas quedarían ya de manera individualizada, sugirió.
Es decir, si la persona quiere seguir usándolas lo puede hacer, pero no ya de una manera obligatoria como en Japón y China, dijo.
En esos países, las personas sanas usan la mascarilla de forma voluntaria para evitar contagiarse de cualquier virus respiratorio y no precisamente del COVID-19, finalizó.