Honduras requiere en estos momentos que exista una verdadera oposición política que luche por la aprobación de una nueva ley electoral, que garantice la implementación de la segunda vuelta, que regule o elimine de una vez por todas la reelección Presidencial, que estructure desde ya una estrategia de triunfo ante el oficialismo.
Pero nos encontramos con otra cosa, nos encontramos con una oposición de brocha, que se conforma con pintar un puente y que siente satisfacción de ver el letrero un emblema que se queda corto con los escándalos de corrupción que rebasan los hospitales móviles.
Esta bien que las ONG´S que viven de fotos y liquidación de presupuestos se entretengan con la brocha, pero una oposición política debe tener mas que eso, debe contar con una estrategia que genere de verdad incidencia, que vaya orientando a la población hacia donde deben dirigir sus verdaderos esfuerzos y que logre que se canalice a través de la urna ese descontento popular.
