El liderazgo de las iglesias católica y evangélica permitió que diferentes sectores de la sociedad se agruparan a exigir paz y democracia, la dinámica resulto un gran éxito porque se logro el propósito de enviar el mensaje correcto de respeto a la voluntad popular y de paso también se envió un mensaje político de hacia donde se esta inclinando la balanza.
La reacción del oficialismo los delata, el utilizar al Ministro de Seguridad para pretender desacreditar una movilización del pueblo solo demuestra lo desesperados que están y que no tienen argumentos para responder como se debe a una acción contundente de las iglesias que fue respaldado por el pueblo hondureño.
En su momento el ex Presidente Juan Orlando Hernández enfrento un fenómeno social como el de las antorchas, su equipo de asesores le recomendaron no confrontar al pueblo como es lógico todo lo contrario la clave pasaba por entregarles un poco como de lo que ellos solicitaban y asi llego la MACCIH como un apaga fuego para el gobierno nacionalista de ese momento, los que hoy administran el estado carecen y han carecido de talento para comprender este tipo de cosas y la única respuesta es la confrontación, la descalificación situación que hoy los coloca en el último lugar en la preferencia de los hondureños.
