Además del desastroso proceso electoral del nueve de Marzo donde por primera vez en la historia el pueblo hondureño fue testigo de como las urnas pasearon por toda la capital en unidades de transporte urbano y en donde se dieron una serie de violaciones al debido proceso todo esto en la impunidad a propósito, hay un aspecto que pasa desapercibido y es como manejaron los dos mil millones de lempiras asignados por el Congreso Nacional.
Más de veinticinco millones de lempiras para contratar un servicio de transporte que evidentemente fue un desastre, un empaquetado de maletas electorales que también fue un desastre, un lector biométrico que dejo más dudas que certezas y otro tipo de situaciones que ponen al descubierto un cuestionado manejo de los dos mil millones de lempiras del presupuesto para este proceso.
El supuesto grito de Roosvelt Hernández fue noticia pero la contratación de asesores y activistas no, cuantos millones se pago por este concepto? y asi sucesivamente hasta hoy no existe un informe oficial de como los Consejeros manejaron estos recursos.