En casi dos años de gestión el gobierno de la Presidenta Xiomara Castro se ha caracterizado por las constantes improvisaciones en el manejo de la administración publica, en este periodo la mandataria no encontró quien defendiera como Dios manda su periodo presidencial.
Por decisión del esposo de la Presidenta el gobierno asumió la postura de confrontar con diferentes sectores, es como una especie de revenchismo, de rencor por lo que ocurrio en 2009 cuando fue defenestrado del poder.
Pero esta política de confrontar a un gran segmento de la sociedad, de confontar a la oposición política, a los medios de comunicación e incluso a la iglesia no ha resultado ser una buena estrategia, no ha sido eficaz, ha puesto al descubierto una fallida política.
Al transcurrir casi dos años el gobierno de Doña Xiomara se desgastó, precisamente por los elementos antes mencionados y otros que ha medida pase el tiempo saldrán a la palestra publica, pero ante el desgaste y debilidad política desde la Casa de Gobierno le han apostado a sacar de sus funciones constitucionales al Jefe del Estado Mayor Conjunto José Jorge Fortin quien en las ultimas horas arremetió en contra de sus antecesores y les grito a todo pulmón «Golpes de Estado nunca más»
Esta estrategia sin duda alguna es la más burda antes vista solo acentua la tesis de la incapacidad de quienes rodean a la Mandataria, no salen del bache en el que se encuentran, hace falta talento y lo peor de todo es que los más perjudicados son los mismo, el pueblo.
