No existe la menor duda que después del golpe de estado de 2009 la fuerza política más afectada ha sido el Partido Liberal, en los últimos procesos electorales no ha logrado captar el respaldo ni siquiera de sus propios parciales.
Esta situacion coloca al liberalismo en una profunda crisis donde no existe la mínima posibilidad de un triunfo electoral, es por ello que su cúpula bien o mal ha tomado la decisión de plegarse al poder político de turno, en los últimos doce años estuvieron co gobernando con el Partido Nacional y ahora Co gobiernan con Libertad y Refundación, es decir se han convertido en la nueva bisagra de la política nacional, papel que jugo por muchos años el Partido Demócrata Cristiano.
El liberalismo sigue cuesta arriba, es difícil que logre de nuevo el poder de la nación, lo único que le queda a su cúpula es buscar traficar con influencias para lograr un pedacito del pastel que les permita al supervivencia.
En las ultimas horas los hondureños han sido testigos de como el Partido Liberal se acomodo a los intereses de Libre en el tema de la nueva ley que va regir la junta Nominadora de la Corte Suprema de Justicia, permitiéndole en el contenido de la misma que trafiquen a su discreción con los cargos de Magistrados donde la nueva bisagra aspira tener por lo menos tres de los quince altos mandos en este poder del estado.