En todas partes del mundo, las Clases políticas se aglutinan en dos grupos, oficialismo y oposición, esto tiene un sentido universal y crear un contrapeso institucional, democrático y sobre todo político.
En Honduras hace ya mucho tiempo que esta situacion se encuentra suspendida, es decir no hay oposición de ninguna naturaleza a los gobiernos de turno, esta situacion le ha pasado una enorme factura a la sociedad porque no habido contrapeso.
En 2009 hubo un golpe de estado y después de esta crisis, la clase política se coludieron para conspirar en contra de los interese de los hondureños, comenzaron con un teatro barato que colocaba en un posición de pelea pero bajo la mesa han tenido acuerdos perversos.
Por doce años gobernó el Partido Nacional, pero quienes mejor estaban eran los supuestos miembros de la oposición política, porque el trato es si vos ganas yo detengo bien y esa dinámica se ha mantenido hasta la actualidad incluso hoy cuando por primera vez en la historia un partido de reciente creación gobierna, pero las mañas son las mismas, la supuesta oposición mantiene sus privilegios por lo tanto no hay una verdadera oposición, no existe un cuestionamiento objetivo apegado a los intereses de las mayorías, por eso no hay presión real, no hay crisis, las mismas están presente fabricadas para pretender engañar a la ciudadanía.
Las repercusiones son terribles, porque ademas de estos acuerdos perversos de la clase política hay otros sectores que también tendrían acuerdos con el poder como un segmento de la sociedad civil, iglesias y otros sectores.
