El pasado 31 de Diciembre venció la vigencia de la «vieja» cédula de identidad, es decir que a partir de este 2022 es obligatorio portar y utilizar el nuevo documento de identificación, pero ante el fracaso del Registro Nacional de las Personas se estima que unos trescientos mil hondureños no han podido reclamar la nueva cédula.
Esto representa un enorme fracaso para el RNP, considerando los desembolsos millonarios que recibieron para garantizarle a los hondureños portar un documento a la brevedad del caso, estos cientos de miles de ciudadanos que no cuentas con su documento no podrán realizar ningún tipo de transacción o tramite legal.
Los grandes responsables de este fracaso son los comisionados quienes con el auspicio de la Union Europea han sido mediocres, incapaces de poder cumplir con esta misión básica pero fundamental para una nación que aspira alcanzar el mínimo de desarrollo entre sus ciudadanos.