La clase política de Honduras sigue enfrentada en los distintos medios de comunicación de este país Centroamericano,al hacerse mutuas acusaciones de gestarse todo un boicot para que no se realicen las elecciones generales programadas para el mes de noviembre próximo.
Desde hace unos meses atrás, la cantaleta política de los políticos de oposición es que el oficialismo representado por el Partido Nacional no quiere elecciones generales en el país, porque a toda costa busca que el actual gobernante Juan Orlando Hernández se mantenga en el poder,aunque esta posibilidad es descartada por la misma Constitución de la Republica y que la misma ha sido negada por sus dirigentes políticos.
Toda esta guerra de «tapas» entre los políticos,se acentuado en los últimos días luego que se han vencido los plazos para que el Consejo Nacional Electoral(CNE),adquiriera el presupuesto adicional solicitado al Congreso Nacional para contratar las empresas que les iba proporcionar los instrumentos electrónicos para los comicios electorales.
Ante este impase que ha existido entre el CNE y el Congreso Nacional,ha dado pie para que en el pais se desate una confrontación verbal entre la clase política gobernarte y de la oposición,poniendo incertidumbre entre la población hondureña de que no se celebrarían las elecciones generales.
Ante este triste panorama que vive en materia electoral,para los estudiosos del comportamiento social,a Honduras lo que le espera en los próximos meses,seria una violencia similar a la que se vivió en el pais durante el 2017.
