Nunca como hoy la clase política hondureña estuvo sumergida a una profunda crisis, nunca como hoy los políticos están sometidos a actores externos que los controlan de manera absoluta.
Esta situación no se trata de un asalto a la clase política, se trata de una descarada entrega de los principios, de los ideales ya hasta de la patria, porque la clase política de hoy, toda, busca solo satisfacer sus necesidades de grupo y particulares.
El prototipo de líder que hoy están al frente de las fuerzas políticas son personas ávidas de poder, de controlar a sus compañeros de una manera casi salvaje, es decir no pueden pensar, no puedan razonar, no pueden opinar, no puedan aportar y mucho menos discrepar.
Esta política de hoy en Honduras, tiene su epicentro de poder no en sus sedes, ahora el poder político se dirime en lujosas torres de edificios donde les escriben los guiones a desarrollar, mismos que buscan engañar a una población que de a poco a venido madurando y que ya no les cree.
El ultimo espectáculo vivido en las ultimas horas donde se supone que se concreto una rebelión a lo interno de Libre, pone al descubierto que ya no tienen vergüenza, como se puede explicar, razonar o interpretar el hecho de que un caudillo que ha controlado férreamente la coordinación de este instituto político de la noche a la mañana pierde ese control, y de un momento a otro hasta le sacan asuntos pasionales de baja calaña que nada tienen que ver con el asunto de estado.
El fondo lo entienden muchos, no todos pero si gente juiciosa, no cumplirle a Salvador Nasralla es la consigna, la obra de teatro se ha montado de forma burda, tanto así que hasta los expulsaron, figura que no existe de forma expresa en los estatutos de Libertad y Refundación.
Jorge Calix se perfila como nuevo Presidente del Congreso Nacional, Nasralla salvo otra estrategia volverá a ser burlado, los grupos verdaderos de poder tendrán el control absoluto del legislativo, la trama se la van a tragar muchos pero también muchos no se chupan el dedo y si saben lo que esta pasando.