Como un fiel reflejo del fracaso de las políticas en materia de educación la clase política tradicional va a un nuevo proceso electoral con una infraestructura de escuelas y colegios con mas de 70 por ciento a nivel nacional totalmente destruidas.
Una vergüenza que debería también ser un elemento a valorar por parte del pueblo hondureño y no es necesariamente por el tema pandemia que los centros educativos están destruidos, la verdad es que se han robado los recursos destinados para reconstruir las edificaciones.
Los hondureños en su gran mayoría tendrán que acudir a la urna a centros educativos destruidos, en ruinas, asquerosos, llenos de animales y otras cosas.
