Son miles los empleados suspendidos que hasta la fecha no han recibido apoyo alguno de parte del Régimen de las Aportaciones Privadas (RAP).
El argumento es que los patronos no han cumplido con el porcentaje que les correspondía por lo tanto los trabajadores siguen con el viacrucis.
Expertos en derecho laboral son del criterio que esta institución tiene la capacidad por si sola de responder a la masa laboral desamparada y que no hacerlo representa un mal precedente que posteriormente podría desencadenar en un severo impacto para la institución.