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Opinión/ La verdadera magnitud del «Pacto de impunidad»

Por : Allan Alberto Fiallos

Periodista

Con la llegada de un nuevo gobierno que contó con el apoyo popular de un millón setecientos votos, reflexionamos inmediatamente en una serie de cosas, como periodistas, pero también como ciudadanos, el mismo fenómeno causo o se percibió con el Congreso Nacional, donde después de doce años el Partido Nacional perdió el control político.

Llegado el día en que las nuevas autoridades asumieron su responsabilidades, de entrada nos encontramos con una rebelión en el Poder Legislativo que impidió hasta hoy la integración legitima y legal de la Junta Directiva que Preside el Diputado del PSH, Luis Redondo Guifarro, pece a superar la rebelión de una facción de Libre, Redondo no ha querido someterse a un proceso de legalización de Junta Directiva, es decir continua ilegal.

La Presidenta Xiomara Castro, sabiendo en plenitud que Redondo no esta legal como titular del Congreso, el día que la juramentaron como mandataria en el Estadio Nacional, no quizo jugarse su propia legitimidad y tuvo que convocar a una jueza del Tribunal de Sentencia de Tegucigalpa, para que le tomara su promesa de ley.

A sabiendas que Redondo no es un Presidente legal, Xiomara Castro envío al Legislativo, un decreto que limpia de toda responsabilidad penal a los Ministros perseguidos del gobierno de su esposo, Manuel Zelaya, sin importar la legalidad o no del mismo lo sometió ni siquiera a discusión, lo mando de una vez a su respectiva aprobación.

Enrique Flores, Marcelo Chimirri y otros ya poseen en su manos varias cartas de libertad que les otorgo Luis Redondo a solicitud de la Presidenta, esto ha causado la indignación incluso de los propios militantes de Libre y las personas que respaldaron la alianza, porque la aprobación de este decreto representa la carta de presentación tanto, del gobierno de Xiomara Castro, como la carta de presentación de Luis Redondo quien se había conocido como un político inquisidor, que combatía frontal la corrupción cachureca, pero ahora esta peor que ellos, bajo su responsabilidad recae este nefasto precedente, que mancha de entrada sus gestiones y sepulta a un partido que creo grandes expectativas como lo es El Salvador de Honduras, todos sus diputados votaron a favor y la historia ya les pasa factura, el asunto no es de reformar, el asunto de derogar un nefasto decreto que ya esta beneficiando a cuestionadas personas.

Xiomara Castro por su lado no ha hecho mayor cosa como Presidenta, mas que enviar a un Congreso espurio, un decreto de corrupción superlativa e incomparable es automáticamente su rostro el expuesto en esta maniobra descarada.

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