-En todo esto falta el liderazgo de la mandataria Xiomara Castro, afirma el sociólogo
Tegucigalpa.- No es posible que el asesor presidencial, Manuel «Mel» Zelaya y el designado presidencial, Salvador Nasralla, se enfrasquen en peleas infantiles mientras el país se hunde literamente ante nuestros ojos.
Así reaccionó el sociólogo y analista Pablo Carías, luego que ambos personajes se encuentran inmersos en una guerra campal a punta de tweets. El presentador de televisión le dice al gobierno que lo ha marginado, a pesar que tiene la varita mágica para resolver el problema de las inundaciones.
En tanto, Mel le reclama al presidente del Partido Salvador de Honduras (PSH) el destino de unos 12 millones de lempiras. En fin la de nunca acabar.
En ese orden, el experto describió a Nasralla como un dirigente político, a quien le encanta hablar mucho, pero no es dado a trabajar. Cree que con su discurso ganará simpatías entre la población, pero no es así.
«Asimismom me parece que el coordinador del partido Libertad y Refundación (Libre) debe actuar con mayor responsabilidad, habida cuenta que es el esposo de la presidenta Xiomara Castro», sugirió.
Cautela
«Mel debe tener más cautela a la hora de responder», planteó tras señalar que en todo esto hace falta algo y es el liderazgo de la mandataria.
Parece que los asuntos del Estado los lleva el coordinador de Libre, lo cual es una situación grave porque el electorado votó por una persona y al final es otra quien dirige, ordena y supervisa los asuntos del régimen, cuestionó.
«Eso es delicado porque Mel está usurpando funciones que son propias de la gobernante, quien debe asumir su autoridad y llamar a los dos al orden», finalizó.
