El proceso electoral del pasado 28 de Noviembre no solo representa una profunda crisis para el partido Liberal, los nacionalistas entran en una dura etapa política donde el castigo democrático del pueblo los coloca como los grandes responsables de los males que se viven en el país.
Roberto Martinez Lozano (Roma) un dirigente de la vieja guardia del Partido Nacional es del criterio que «El momento difícil que vivimos los nacionalistas exige cambios radicales e inaplazables, renacimientos morales y políticos».
La estrepitosa derrota por mas del 50 por ciento coloca al nacionalismo en cuidados intensivos a pesar de tener una buena cantidad de Diputados y Alcaldes, pero la tendencia democrática y política hace suponer que su viacrucis a penas comienza y que su válvula de oxígeno tiene color, el rojo y negro.