De un momento a otro cambiaron las revoluciones a lo interno del Consejo Nacional Electoral, de un momento a otro una Presidenta en funciones se hospitaliza sin dar mayores detalles, siguiendo un guion oscuro de un perverso de la política hondureña, que da lugar al excentricismo de una Consejera que solo en un melodrama de esta naturaleza podría tener al capacidad de llamar al orden a los miembros de las Fuerzas Armadas, los mismos Militares que derrocaron su gobierno en 2009, pero la política es así en Honduras, cuando de mantenerse en el poder se trata, entregar el alma al diablo es lo de menos, como lo de menos es vender la ilusión de un pueblo al mejor postor.
Lamentablemente nos aproximamos a otro melodrama mas en la historia política de Honduras, donde las cartas otra vez se lanzaron antes de iniciar el juego y otra vez ya hay ganadores sin haberse realizado la partida.
2 mil millones de lempiras le cuesta a los hondureños el montaje de este melodrama, dos mil millones de lempiras le cuesta a los hondureños saber de ante mano quienes son los bendecidos de cada partido, dos mil millones de lempiras le cuesta a los hondureños la zozobra de ver nuevamente en una papeleta el rostro de Juan Orlando Hernandez buscando un nuevo periodo Presidencial, dos mil millones de lempiras le cuesta a los hondureños ver en la planillas del Tri partidismo a personajes ligados directamente a la corrupción, dos mil millones de lempiras le cuesta a los hondureños catapultar un grupo de hijos del fraude que tendrán todas las ventajas del mundo de cara a las elecciones generales.
Y al final todo lo que sé prometio, todo lo que se iba hacer y todo lo que se iba a garantizar quedo en un simple MEL-ODRAMA.