Por cientos se cuentan la cantidad de organizaciones no gubernamentales que existen el país, unas especializadas en desarrollo humano, otras en desarrollo social, un buen grupo dedicados al monitoreo del acontecer institucional, en fin existen plataformas para cada uno de los temas trascendentales en la agenda nacional.
A la hora de evaluar la gestión gubernamental, la legislativa y la judicial, dichas organizaciones se lucen en espectáculos no baratos porque resultan carísimos ya que son presentados sus informes en hoteles de lujo y en un marco de película puesto que tienen que justificar su «Trabajo».
Los diagnósticos no vinculantes de la realidad institucional, tampoco causan efecto alguno en la clase política, la sociedad civil organizada busca con calculo no tocar, ni rasguñar a figuras que están en posiciones de poder y que descaradamente son los mismos personajes que protagonizan los mas escandalosos actos de corrupción.
De cara a las elecciones generales del próximo 28 de Noviembre, esta sociedad civil organizada que recibe millones de dólares en colaboración para ayudar al pueblo ha tener una visión amplia de la realidad nacional, se convierte en cómplices de los malos, de aquellos que son los artífices de la crisis profunda que se vive en el país, no son capaces de llamar con nombre y apellidos a los responsables de la debacle social y en síntesis no son un factor de cambio.
Con el transcurrir de los años se les cae la careta a «destacados» miembros de la sociedad civil organizada quienes fueron encantados por las mieles del poder para ser los rostros y las voces de atroces crímenes en contra de este pueblo, a la vuelta de la esquina les espera el vuelto por sus actuaciones inescrupulosas.